martes, 17 de octubre de 2017

Alas nuevas

—Te libero de tus cadenas, sal de esta cárcel.
Dijo la niña abriendo la jaula. Dentro un lagarto verde, hermoso, dormitaba sin prestar atención a la puerta que se abría. Llevaba tanto tiempo ahí que había hecho de ese recinto su hogar.
—Vamos sal ya, que eres libre —La chiquilla daba golpecitos en los barrotes para animarle a salir.
El reptil se movió perezosamente y después de un largo rato pareció darse cuenta del hueco recién hecho. Entonces salió rápido, se colocó sobre la jaula y ante el asombro de la niña dio un salto tan alto, que ella tuvo que apartarse. Al mirarlo bajo el Sol, el lagarto extendió unas alas que antes no tenía. Y voló, voló alejándose de la seguridad de la prisión con sus nuevas alas de libertad.
La niña le vio partir mientras descubría de lejos lo que no había visto de cerca, en el tiempo que le tuvo junto a sí.

Foto: Ana Matesanz

No hay comentarios: