Foto: NASA |
Recordando que el próximo día 23 de
abril es el día del libro me di cuenta de que el día anterior, el 22, es el Día
Mundial de la Tierra, también llamado de la Madre Tierra.
En ese día, declarado por la ONU en
1972, se rinde homenaje a la Tierra en su conjunto y al lugar que ocupamos en
ella.
Al declarar Madre Tierra se reconoce
la visión que tienen muchas culturas indígenas o la que tenían nuestros
antepasados, de que la Tierra es dadora de vida y a la que como madre debemos
respetar. A lo largo del Mundo y de la Historia se le han dado innumerables
nombres, pero la civilización occidental se limita a considerarlo como un
planeta.
Sin embargo si vemos el Planeta Tierra
desde el espacio descubrimos que este tiene unos límites bien definidos, con
unos recursos que ya estamos comprobando que no son infinitos. Respecto a ello los
indios Cris de Canadá apuntaron, hace ya muchos años, algo que para mí dice
mucho sobre nuestra forma de vida:
Cuando
hayáis talado el último árbol, cuándo hayáis matado el último animal, cuando
hayáis contaminado el último río, os daréis cuenta de que el dinero no se come.
En 1990 la sonda espacial Voyayer
envió una fotografía tomada a 6.000 millones de kilómetros de distancia. En esa
imagen el Planeta Tierra es apenas un punto en medio del Universo. Tomando como
base esta foto, llamada Un punto azul
pálido, Carl Sagan, astrónomo, escribió el libro titulado Un punto azul pálido: una visión del futuro humano en el espacio, en el que reflexiona sobre nuestro lugar en el espacio.
Desde
este lejano punto de vista, la Tierra puede no parecer muy interesante. Pero
para nosotros es diferente. Considera de nuevo ese punto. Eso es aquí. Eso es
nuestra casa. Eso somos nosotros. Todas las personas que has amado, conocido,
de las que alguna vez oíste hablar, todos los seres humanos que han existido
han vivido en él. La suma de todas nuestras alegrías y sufrimientos, miles de
ideologías, doctrinas económicas y religiones seguras de sí mismas, cada
cazador y recolector, cada héroe y cobarde, cada creador y destructor de
civilizaciones, cada rey y campesino, cada joven pareja enamorada, cada madre y
padre, cada niño esperanzado, cada inventor y explorador, cada profesor de
moral, cada político corrupto, cada “superestrella”, cada “líder supremo”, cada
santo y pecador en la historia de nuestra especie ha vivido ahí –en una mota de
polvo suspendida en un rayo de sol.
Carl Sagan
Un punto azul pálido Foto: NASA |
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