jueves, 28 de abril de 2016

Insulina

No me apetecía nada remover el pasado, pero habría que subir al desván y en medio de un mar de polvo y cortinas de telaraña echar a un rincón los trastos a tirar y guardar en cajas los recuerdos.
Trastos y trastos que la abuela guardaba desde su niñez, fotos en blanco y negro roídas por los ratones, en las que aparecían personas, desconocidas para mí, con largas vestiduras y cuellos almidonados.
Uno de los baúles estaba lleno de ropa de lino, que en un tiempo debió de ser blanca. Fui sacando una a una las prendas, por ver si se podrían aprovechar como vestuario de teatro o para entregarlas a la caridad. Algo cayó al suelo con un sonido metálico y a la luz del ventanuco brilló una cajita rectangular. Me pareció reconocer el estuche que la abuela llevaba siempre consigo. Nunca supe que era, ahora tenía la oportunidad de averiguarlo. Inspiré profundamente dispuesta a abrir la tapa que parecía resistirse, raspando.
Por fin, aquella jeringa explicaba, al cabo de los años, por qué la abuela jamás comía los exquisitos pasteles que nos hacía en las largas tardes de invierno.

Foto: Ana Matesanz

domingo, 24 de abril de 2016

Decir y otros verbos



Foto: Ana Matesanz
A la hora de escribir es importante tener un vocabulario lo más amplio posible. Para evitar repetir el verbo decir, que es una de las palabras más utilizadas en relatos, comencé a reunir los términos que lo pudieran sustituir con diferentes matices, dependiendo de lo que quisiéramos expresar. No escogí únicamente sinónimos si no verbos de todo tipo.
Después añadí palabras para: si, no y ver.
¡Y la lista que salió fue increíblemente extensa!
He decidido compartirla con vosotros, aunque seguro que todavía encontráis alguna palabra que se me haya quedado en el tintero.




DECIR
Contar, hablar, explicar, exponer, orar, relatar, declamar, narrar, referir, describir, mencionar, expresar,
afirmar, asentir, reafirmar, aceptar, admitir, sí,
confirmar, corroborar, asegurar, confesar, reconocer, admitir, declarar, aclarar,
negar, omitir, renegar, ignorar, obviar, rechazar, no,
dudar, titubear, tartamudear,
discrepar, disentir, discutir,
informar, comunicar, indicar, mostrar, señalar, alegar, enseñar,
avisar, advertir,  apelar,
recomendar, aconsejar,
llamar, aclamar, citar, convocar, emplazar, nombrar, designar, denominar,
exclamar, apuntar, señalar, comentar,
preguntar, interrogar, querer saber, indagar, inquirir, interpelar, requerir, cuestionar,
contestar, responder, corresponder, replicar,
inquirir, sospechar, curiosear, averiguar, sonsacar, consultar, solicitar,  interesarse, investigar,
mandar, ordenar, sentenciar, dictaminar, exigir,  imponer,
pedir, suplicar, reclamar, solicitar, demandar, implorar, rogar, invocar, apelar, recurrir, rezar, exhortar, clamar,
prohibir, impedir, negar,
desconfiar, recelar,
proponer, sugerir, insinuar,
remarcar, subrayar, incidir, insistir, repetir,
murmurar, susurrar, mascullar,
resoplar, suspirar, inspirar,
quejar, protestar, lamentar, refunfuñar, rechistar,
chillar, gritar, bramar, gruñir, vociferar, vocear, a voz en grito, levantar la voz,
regañar, reñir, amonestar, increpar, reconvenir, reprender, corregir, sermonear, objetar, replicar, acusar,
alardear, presumir, jactarse, alegrarse,
conversar, charlar, dialogar,
chismear, cotillear, parlotear,
añadir, continuar,
pensar, meditar, recapacitar, reconsiderar, recapitular, reflexionar, repensar, comedir, tener en cuenta, tener presente, deliberar, madurar, examinar, estudiar, rumiar, ponderar, calcular, contemplar, medir, tantear, valorar, sopesar,
resumir, sintetizar, concretar,
animar, invitar, ofrecer, reconfortar, confortar, alentar, reanimar, alegrar, exhortar, consolar, excitar, tranquilizar, calmar,
desanimar, abatir, desalentar, aburrir, abandonar, deprimir,
afrontar, arriesgar, atrever, decidir,
revelar, declarar, demostrar, probar, anunciar, publicar,
justificar, demostrar, evidenciar, probar, razonar, argumentar, verificar, comprobar, documentar, fundamentar, fundar, acreditar, apoyar, respaldar, favorecer,
culpar, acusar, inculpar, echar la culpa, maldecir,
disculpar, defender, paliar, proteger, valer, escudar, apoyar, descargar, sincerar,
interceder, intermediar,
saludar, recibir,
despedir, abandonar, olvidar,
prevenir, prever,
intuir, adivinar,
rememorar, recordar, evocar, soñar,
desear, anhelar,
bromear,  ridiculizar, burlar,
celebrar, reír, sonreír, alabar,
asustar, alarmar, espantar, atemorizar, aterrorizar, aterrar,  encrespar, alterar, sobrecoger, acongojar, inquietar, amedrentar, intimidar, amilanar, apocar, imponer,
admirar, asombrar, pasmar, aturdir, atolondrar, extrañar, embelesar, extasiar, cautivar, encantar, fascinar, impresionar, encandilar, hechizar, deslumbrar, maravillar, elogiar, loar, ensalzar, contemplar, considerar, disfrutar, gozar, saborear, sorprender, conmover, sobrecoger, turbar, desconcertar,
chistar,
tomar la palabra, tomar la iniciativa,
dirigirse, dirigir la palabra,
organizar,
juzgar,
agradecer,
pedir cuentas,
lanzar, soltar,
  

SI
Claro, claramente, en efecto, efectivamente,
cierto, ciertamente,
naturalmente,
evidentemente,
justamente,
consiguientemente, consecuentemente,
desde luego, afirmativo,
admitir, aceptar,
asentir,
corroborar, asegurar, confirmar, afirmar, confesar, reconocer,


NO
Tampoco,
Jamás,
Negar,
en absoluto, negativo, negar,
nunca,  en la vida, ninguna vez, en ningún tiempo,
nanai, a mí que me cuentas, ni hablar, yo que sé,
de ningún modo, ninguno/a, nada, 


VER
Mirar, observar, ojear, otear,
Vislumbrar, atisbar, entrever, adivinar, distinguir,  sondear,
Notar, percibir, percatar,
Palpar, tocar, acariciar, tantear, manipular,
Oler, oír,     
  



miércoles, 20 de abril de 2016

Planeta Tierra-Madre Tierra

Foto: NASA

Recordando que el próximo día 23 de abril es el día del libro me di cuenta de que el día anterior, el 22, es el Día Mundial de la Tierra, también llamado de la Madre Tierra.
En ese día, declarado por la ONU en 1972, se rinde homenaje a la Tierra en su conjunto y al lugar que ocupamos en ella.
Al declarar Madre Tierra se reconoce la visión que tienen muchas culturas indígenas o la que tenían nuestros antepasados, de que la Tierra es dadora de vida y a la que como madre debemos respetar. A lo largo del Mundo y de la Historia se le han dado innumerables nombres, pero la civilización occidental se limita a considerarlo como un planeta.
Sin embargo si vemos el Planeta Tierra desde el espacio descubrimos que este tiene unos límites bien definidos, con unos recursos que ya estamos comprobando que no son infinitos. Respecto a ello los indios Cris de Canadá apuntaron, hace ya muchos años, algo que para mí dice mucho sobre nuestra forma de vida:

Cuando hayáis talado el último árbol, cuándo hayáis matado el último animal, cuando hayáis contaminado el último río, os daréis cuenta de que el dinero no se come.

En 1990 la sonda espacial Voyayer envió una fotografía tomada a 6.000 millones de kilómetros de distancia. En esa imagen el Planeta Tierra es apenas un punto en medio del Universo. Tomando como base esta foto, llamada Un punto azul pálido, Carl Sagan, astrónomo, escribió el libro titulado Un punto azul pálido: una visión del futuro humano en el espacio, en el que reflexiona sobre nuestro lugar en el espacio.

Desde este lejano punto de vista, la Tierra puede no parecer muy interesante. Pero para nosotros es diferente. Considera de nuevo ese punto. Eso es aquí. Eso es nuestra casa. Eso somos nosotros. Todas las personas que has amado, conocido, de las que alguna vez oíste hablar, todos los seres humanos que han existido han vivido en él. La suma de todas nuestras alegrías y sufrimientos, miles de ideologías, doctrinas económicas y religiones seguras de sí mismas, cada cazador y recolector, cada héroe y cobarde, cada creador y destructor de civilizaciones, cada rey y campesino, cada joven pareja enamorada, cada madre y padre, cada niño esperanzado, cada inventor y explorador, cada profesor de moral, cada político corrupto, cada “superestrella”, cada “líder supremo”, cada santo y pecador en la historia de nuestra especie ha vivido ahí –en una mota de polvo suspendida en un rayo de sol.

Carl Sagan

Un punto azul pálido
Foto: NASA

domingo, 17 de abril de 2016

Historia de la pluma de ave en la escritura

     Como sabéis el nombre del blog hace referencia a la relación entre la pluma de ave y la escritura. Dos de mis grandes aficiones: la naturaleza y la cultura.


Foto: Ana Matesanz
Materiales de escritura de los copistas medievales.
Biblioteca Nacional


     He encontrado un artículo muy interesante sobre este tema, escrito por el naturalista Joaquín Araujo. Os dejo el enlace:

                                          Aves y cultura, por Joaquín Araujo

lunes, 11 de abril de 2016

La herencia

El ojo de la cerradura había sido tapado. Un día correteando  por los pasillos de la enorme mansión, había oído voces al otro lado de aquella puerta que siempre estaba cerrada. Atisbó por el diminuto orificio y vio al otro lado a un niño jugando con un muñeco de trapo. Desde entonces los dos chiquillos hablaban a diario a través de ese agujero que era el único medio de comunicación entre ellos.
El pequeño, oculto al mundo por un padre que no quería reconocer su existencia y el mayor, heredero de la gran fortuna familiar que por ningún motivo se podía dividir.


Foto: Ana Matesanz

El diploma

Debería haberlo guardado como un tesoro, pero en lugar de eso la niña hizo un avión con el diploma y lo lanzó al aire. Una corriente elevó sus sueños y se  llevó el papel que voló por las calles, las montañas, las nubes, por los países de todo el mundo; y otra vez por las nubes, las montañas y las calles. Hasta que un día la mujer se encontró el diploma en su mesa de trabajo.  

martes, 5 de abril de 2016

Regreso al mar

Marina paseaba descalza por la playa sintiendo en sus pies la tibieza de la arena. De vez en cuando una fría ola la alcanzaba recordando que todavía no había acabado el invierno. Dentro de unos meses esa playa desierta se llenaría de sombrillas multicolores y en lugar de conchas y bolas de posidonia habría plásticos por la tarde y nada de madrugada.
Un ligero pinchazo en la planta del pie la hizo estremecerse. Buscó lo que la había lastimado. Era una concha, y al desenterrarla salio tras ella un cordón de cuero enganchado. El nácar resplandecía al Sol rivalizando con el brillo del mar al que quizá quería regresar.
En sus doce años Marina había reunido muchas cosas traídas por las olas, pero ese brillo tornasolado no lo había visto antes. No podía encerrarlo en una caja de cartón.
Quitó cuidadosamente el cordón, miró de nuevo la concha y la lanzó al mar lo más lejos que pudo.
—Regresa a tu casa que ya se que no es la mía.

Foto: Ana Matesanz

lunes, 4 de abril de 2016

Carta a un rey


Querido Alfonso,
Anoche estuve en una fiesta popular de tu querida Castilla, en la que ochocientos años después de que las escribieras, todavía se cantaban tus cántigas en loor de Santa María.
Te asombrarías de ver como esos músicos tañían los instrumentos, no con intención de alabanza a María sino simplemente para deleite del pueblo que allí se encontraba.
Y recordé haber leído que los avatares guerreros y familiares de la convulsa época que te tocó vivir, te apartaban continuamente de tu labor de estudioso y poeta. Tus libros sobre historia, ajedrez, la escuela de traductores y tu famoso scriptorium, que reunía a lo más culto de la sociedad cristiana, mora y judía, dicen que además de guerrero eras sabio, cosa no muy habitual en una época en la que la mayor parte de la población era analfabeta.
Quizá haya cambiado la forma de interpretar tu música, pero si leyeras nuestros periódicos verías que las noticias no son tan diferentes a las que cantaban los juglares, porque sigue habiendo guerras por religión y países que luchan por su independencia o por extender su imperio, epidemias, hambrunas y catástrofes naturales. Ya no luchamos con espadas sino con misiles, no escribimos con pluma sino con ordenador; más el corazón del ser humano es el mismo. Cruel y despiadado, pero a la vez capaz de las cosas más hermosas.
Quizá tú fueras un digno representante de esta dualidad humana en la que se unen guerra y poesía, ambición terrenal y devoción mística.
Te empeñaste en ser emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico y no lo conseguiste, pero si lograste que tu poesía fuera inmortal.
Tuya afectísima,

María.

Foto: Ana Matesanz