sábado, 19 de marzo de 2016

Viento

Oye… escucha. Parecía que le quería decir el sonido del viento susurrando en la copa de los árboles.
Ssssh…escucha. Ella se llevó las manos a la cabeza. No quería oírlo. Ese sonido siseante le martilleaba la cabeza. Corrió a su casa. Pero fue imposible dejar de oírlo porque las ventanas cerraban mal y el viento se colaba por las rendijas silbando.
Sssh … oye … escucha. Tengo algo que contarte. Parecía querer decirla. Pero ella no quiso escucharlo.
La mujer se tiró al sofá y se tapó los oídos con dos cojines, hasta que agotada se quedó dormida.
Le despertó el canto de un pájaro. Entreabrió los ojos y vio como un rayo de sol se colaba por la ventana posándose sobre su mano, como si con su calor quisiera levantar a la mujer. Pero esta en lugar de moverse se quedó mirándolo como hipnotizada.
Entresueños le pareció oír el chirriar de una puerta al abrirse y después unos pasos que se acercaban. En el umbral de la puerta apareció su hija con el rostro descompuesto. La madre se sentó en el sofá mirándola, pero no dijo nada.
La hija tomó la palabra:
—El barco de papá se hundió anoche. No hay supervivientes.
Entonces lo entendió. La voz del viento le quería decir que todo había acabado. Pero ella no quiso escucharlo. 

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